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Anédotas que describen aspectos de la pintoresca personalidad del irrepetible amigo Helio

Por Néstor Insaurralde

 

RIÑERO:
Allá por julio del 2006 “le mandamos de cobertura” para el diario Crónica a una riña de gallos clandé en San Lorenzo (bah, en realidad, le invitamos porque sabíamos de su afición) . Helio se divirtió como loco e incluso llegó a apostar un 10 mil’i que le ofreció uno de los riñeros que de repente le identificó en la multitud. Antes ya había rechazado la caña blanca, el vino y la cerveza, de modo que no le quedó mas remedio que agarrar el 10 mil’i, contó la periodista Fátima Rodríguez, la encargada del reportaje. Después del famoso “yo  a vos te conozco de algún lado… ¿Vos sos Helio Vera?” y al recibir la confirmación, el hombre celebró: ¡Estamos frente al mayor escritor vivo del Paraguay!”. Helio y la colega ganaron la apuesta, devolvieron la plata y se dividieron la ganancia.

MACHISTA:
Los periodistas se habían aficionado a llamar a Helio cuando surgían controversias sexistas para armar polémica. Creo que fue en relación al uso de la @ para escribir a niñ@s (niños/as) que le consultamos y él declaró que con esas iniciativas las feministas eran “unas talibanas con pollera”. Después que empezaron las declaraciones en su contra, Helio simplemente me dijo por teléfono: “¿Pero paraquéiko lo que publicaron eso?”. Y, claro, a continuación se mataba de risa.

LOS SINDICALISTAS
Cada vez que se escuchaban insistentes pedidos de reivindicaciones salariales de los periodistas, Helio solo largaba su famosa reflexión: “Pero maraiko la pejerure la aumento de sueldo; pemo santovai reingo la patronpe. Ha’ekuerango ipochy rei. Ndenteko rejapovaera la nde sueldorâ”.

EDITORIAL PARA MAÑANA
Cuentan que estaba reunido con algunos colegas que chusmeaban con él en su oficina del diario Noticias. En eso viene Cristian Torres, jefe de redacción, y al pasar frente a la puerta le da -tipo telegrama- para su trabajo del día: “Editorial sobre IPS para mañana”. A falta de mayor precisión, él interroga con la mayor naturalidad: “¿En contra o a favor?”… (Es que en aquellos días, el capo del IPS era hermano de Torres)

HELIO CANTOR
Cada tarde, al término de su jornada laboral, mientras que la treintena de redactores en línea  tableteaban sus crónicas en la redacción del Diario Noticias, Helio bajaba de las escaleras, se colocaba al lado del entonces secretario de redacción, Mario García Siani, y juntos entonaban a viva voz una guaranía que dejaba sin poder concentrarse a propios y de seguro que estupefacto a más de un extraño que casualmente se encontraba en la sala de redacción.

TRES TOMOS DE KANT
Un día, un periodista del diario HOY había publicado que se murió un prójimo que en realidad no murió. El hombre fue llegando a la redacción muy molesto a aclarar su condición de viviente. El titular entonces fue: “Nos visitó el occiso”. Otro día, el mismo redactor puso “el trivial alemán”. Comentando el estilo farragoso de ese redactor en particular, Helio solía decir: “A la pucha!, después de leer los materiales de (…) el pobre corrector tiene que ir a leer por lo menos tres tomos de Kant para descontaminarse”

¿PORQUE TANTO AVASALLAMIENTO?
Los chicos que se meten a periodismo son bravísimos. Y más el primer año (incluso con posibilidades de empeorar en los siguiente, claro)  Helio no era famoso por irse muy a menudo a dar clase (Benito Fleitas le reemplazaba la mayor parte del tiempo). Pero ese día estaba dando clase y saltó un alumno a dar un fuerte discurso patriótico abogando algo así como por la defensa de la soberanía paraguaya y la integridad territorial frente al imperialismo brasileño. “¿Porqué tanto avasallamiento?”, le espetó al profe, a quien evidentemente no le conocía. Helio le miró fijamente al muchacho y le contestó: "Supongo que usted entiende de dimensiones, verdad?

 

LA VERDAD DE LA MILANESA
Mi amigo Omar Noguera era relativamente nuevo en Noticias. Estaba en la sección economía y un día le tocó la interesante misión de conducir a un grupo de estudiantes de periodismo que venían a conocer el diario. Como mi amigo es muy formal, muy serio, fue explicando todas las fantásticas cosas que hacían los periodistas, como era el proceso del diario, qué tan importante era el talento reporteril, eré eréa. En eso, llegan a saludarle a Helio, a quien los chicos les pidieron alguna recomendación, algún consejo profesional, a lo que él respondió: “Bueno, les voy a contar la verdad de la milanesa: para empezar, nada de lo que les enseñan en la facultad es cierto. Olvídense del romanticismo Acá se escribe lo que el patrón quiere. Ustedes tienen que venir a teclear día y noche y todo el resto es bolaterapia”.

 

Otras anécdotas
 
Por Bernardo Nery Farina

 

ROMERO VALDOVINOS AL AMANECER
 
Pícaro y veloz, Helio tenía una gran habilidad para zafar de los trabajos que podían poner en peligro su rutina. El viejo diario HOY. Humberto Domínguez Dibb, el inefable HDD, le llama una madrugada a Helio y lo convoca para una reunión urgente en La Mezquita, en la avenida Aviadores del Chaco. Las 2 de la mañana. Helio debía cruzar toda la ciudad. “Vení que tenemos que escribir un editorial”. Iba a ser un fuerte ataque a las trabas argentinas a la exportación de hortalizas paraguayas. Una de las típicas y trasnochadas ocurrencias de HDD: Entonces, a Helio se le prende la luz: “algo sé del tema, pero quien más sabe del asunto es Romero Valdovinos; él pues vivió mucho tiempo en la Argentina y conoce al dedillo a los kurepí; además sabe cómo atacarlos donde más les duele”. “Tenés razón”, dijo un convencido HDD, quien ordenó a su chofer ir a buscar a Néstor Romero Valdovinos.
A la mañana, un Romero Valdovinos ojeroso y malhumorado arrastra su humanidad en la redacción: “Quiero saber quién fue el desgraciado que le dijo a Humberto que me hiciera buscar esta madrugada; estuvimos desde las 3 hasta las 6 hablando de boludeces”.
 
 
SIN LUCES
 
Helio detestaba a los charlatanes y a los mediocres. En el diario HOY teníamos un compañero que fungía de jefe de Artes y Espectáculos, que era un verdadero espectáculo él mismo por su escasísima capacidad intelectual. En una de esas clásicas rondas de las 5 de la tarde, luego del cierre del primer pliego, cuando la perrada aprovechaba para hablar mal de los ausentes, el tema fue, justamente, ese personaje.
Todos tenían algo jocoso que comentar sobre él. Pero los comentarios se cerraron cuando Helio, al pasar nomás, dejó una sentencia inapelable: “Ese tiene menos luces que dos luciérnagas dormidas”.