Sin pompas

Por Pepa Kostianovsky

Felino Amarilla, que es un poco bestia y se niega a entender las normas de urbanidad, se despachó con una expresión propia de su barbarie y expresó su duelo por la partida de Helio Vera, en una nota fúnebre sincera e informal, en la que deslizó esta frase: “Lamentablemente se fue antes que muchos que son innecesarios en este país”.

No es que no esté de acuerdo. Podríamos llenar esta columna, y es probable que toda la sesión de obituarios de este diario con la lista de los que podríamos prescindir, no solo con mucho menor pena que a Helio Vera, sino incluso con alguna alegría. Pero, tampoco es cosa de andar maldiciendo a granel. Es más, creo que Felino, debería haber hecho una lista selecta de por lo menos doce y citarlos. Si no lo hizo no fue porque le faltaran candidatos, ni anduviera ahorrando en el costo de la publicación, que dicho sea de paso, el buen Helio debe haberle retribuido a este diario más de lo que le cobró en sueldos.

Si Felino me hubiera consultado, hubiera intentado explicarle que tales impresiones no son de buen uso y costumbre, aun sabiendo que el argumento caería en bolsa rota, y luego habría seguramente colaborado, dada la premura que estas situaciones implican, en redactar una lista prioritaria, en la que incluso, para ahorrar espacio, podríamos mencionar grupos familiares, generacionales e incluso gremios. Si están imaginando qué hermanitos encabezarían la lista, acertaron. 

En fin, podríamos decir, en defensa de Felino, que no es el primer irreverente que incurre en la desacralización de las esquelas dolientes. Las del diario La Nación de Buenos Aires son muy atildadas, pero cuando las publicaban en Crítica, que era mucho más popular, se podían leer textos tales como : “Renata viuda de Pendorcci , qepd, falleció ayer, a.c.a.s.r., sus restos son velados en Malabia 487, 4º D (dos ambientes y balcón interior. Un chiche)” . O el ya popularmente conocido : “Rolando Schneder, falleció el 12/III, el velatorio se realiza en Warnes 227./ Peugeot 75, joya nunca taxi)”.

Es más, cuando cayó en la Argentina la última ley de alquileres, por los años ’70, época en que conseguir vivienda era una odisea, había gente que leía la página de fúnebres y asistía a los velorios por si el pisito quedaba disponible. ¡Cuánta insensibilidad!, dirá usted, pero ya se sabe que la necesidad nos hace herejes.

Además, cualquiera sabe que las damas solitarias que han atravesado la línea de los cuarenta, empezamos la lectura de los diarios por la página de fúnebres, por ver nomás si se inaugura un viudo interesante. Lamentablemente, lo que abundan son las viudas, obviamente las mujeres tenemos más habilidad para enterrar cónyuges, y lo poco que dejamos suele tener mucho y mal uso.

En fin, valga toda esta incursión en tan penoso tema, adhiriendo al criterio de Felino, para despedir al querido Helio, esquivando las pompas y la solemnidad que supieron alimentar su ingenio sabio, su humor certero y su talento mayor.

Abc Color 30 de Marzo de 2008